Nosotros como cristianos fieles acudimos a Dios en todo momento para que nos ayude cuando más lo necesitamos, una de las mejores maneras de hacerle llegar las plegarias a Dios es mediante los Santos pidiendo por su divina intercesión.



En esta oportunidad te hablaremos de San Cipriano; sobre su historia, quién fue y una compilación de oraciones cortas que te servirán de mucha ayuda.

¿Quién fue San Cipriano?

San Cipriano es el Santo de los necromantes, él es el que representa la delgada línea y el punto medio entre las artes prohibidas y el cristianismo, sobre su historia no se sabe demasiado.

No es un Santo muy popular, es venerado por el cristianismo tradicional; en su época fue famoso por la preparación de pócimas y obtuvo la fama de ser un hechicero pagano, de hecho, se cree que se ganó el amor de Justina con artes esotéricas.

Oraciones poderosas y milagrosas a San Cipriano

San Cipriano es conocido como el santo de los brujos, pero sólo de aquellos que utilizan la magia blanca, existen oraciones que son sumamente poderosas que van dirigidas a él y a pedir por su intercesión.

Como en la mayoría de los casos, estas oraciones deben ser dichas con mucho fervor, con las oraciones que te mostraremos aquí podrás encontrar esperanza en esos momentos de desesperación, hallarás mediante tu fe el camino que Dios tiene preparado para ti.

San Cipriano, al lado de Justina quién es también una santa y fue su compañera de vida, realiza estos milagros al lado de su compañía así que, indirectamente también le estaremos solicitando por su divina ayuda e intercesión.

Historia corta de su vida

Oración a San Cipriano funciona
San Cipriano

Este santo fue un sacerdote romano entre los siglos 249 y 258, sin embargo, no siempre fue de esta manera e incluso, él no era cristiano, antes de convertirse al cristianismo él fue uno de los más grandes estudiosos y practicante sobre la magia negra y las ciencias ocultas.

Gozó de mucha fama desde muy temprana edad y fue reconocido por saber los secretos de todos los elementos de la tierra y crear pociones, de hecho, se dice que fue el creador de los amarres, además de dominar espíritus y muertos mediante las mismas, por lo cual se convirtió en un nigromante de los más grandes en la antigüedad.

En la persecución de Diocleciano en contra de los cristianos en el año 304, San Cipriano y San Justina al ser santos que dedicaron su vida y obra a Dios fueron condenados a sufrir el martirio en Nicomedia un 26 de Septiembre, es por ello que su festividad es este día.

San Cipriano fue retirado como santo en la Iglesia Católica, es por ello que es venerado por los cristianos tradicionalistas y en la cultura popular es conocido por ser un santo que ayuda a deshacer las hechicerías y trabajos de magia negra.

Significado de las velas de San Cipriano

Significado de la vela san cipriano
Vela

Las velas de San Cipriano son una herramienta que es utilizada para invocarlo, este santo nos ayuda a eliminar a los malos espíritus y sus influencias que son lo que usualmente nos atormentan ya que su presencia es constante, así como a eliminar maldiciones, mal de ojo y magia negra.

Este es un ritual que se hace en un día martes, se agarra la vela (de color rojo, blanco o negra) y se invoca mentalmente, se realiza la petición, se enciende dentro de un recipiente de aproximadamente 10 cm de diámetro y se deja consumir hasta el final.

Existe una gran variedad de colores de velas que son utilizadas para diversos propósitos, te mostraremos el significado de cada uno de estos colores para San Cipriano:

  1. Blanco: Pureza, unión y protección, es prendida los días lunes.
  2. Amarilla: Dinero para los comercios y las finanzas, se prende los días domingo y miércoles.
  3. Naranja: Atrae la protección, la salud y las buenas decisiones, se prende los días domingo.
  4. Rosa: Amor, honor, amistad y armonía, es prendida los días martes y viernes.
  5. Rojo: Amor, actividad sexual, dominio, fuerza y vigor, se prende los días martes (no se debe prender si la persona está enferma o deprimida).
  6. Azul Celeste: Amistad, honor, sabiduría y armonía, se prende los días jueves.
  7. Azul Marino: Para las situaciones infortunadas, para las contrariedades, amarguras e intranquilidades, es prendida los días jueves.
  8. Verde Claro: Negocios, inversiones, finanzas, documentos, prosperidad y fertilidad, es prendida los días lunes.
  9. Verde Oscuro: Para todo aquello que requiera tiempo y paciencia, depresión, fidelidad, responsabilidad, magia, éxito profesional, potenciar el amor y el trabajo, se prende los días viernes y sábados.
  10. Lila: Actividad mental, paz, espiritualidad, relajación y potenciar la inteligencia, es prendida los días miércoles.
  11. Morado: Curación, limpieza, éxito, independencia y protección, es prendida los días sábado.
  12. Marrón Claro: Documentos, papeles y justicia, es prendida los domingos.
  13. Marrón Oscuro: Incertidumbre, neutralidad y protección a los familiares, es prendida los días lunes y domingo.
  14. Gris: Neutraliza las influencias negativas, se prende los días martes y jueves.
  15. Negro: Aplaca a personas que están muy alteradas, oscuridad, confusión, separación, maldad, destrucción de conjuros y desterrar el mal, es prendida los sábados y los jueves y se debe encender siempre que se utilice para limpiar junto con dos velas blancas.
  16. Oro: Negocio, dinero y confianza para los días domingos.
  17. Plata: Casamiento, unión, amor, dinero y fertilidad, además regresan las malas energías; actúan como un espejo al recoger las malas vibraciones convirtiéndolas en buenas energías, es prendida los días lunes y jueves.

San Cipriano es el posiblemente el único santo que tiene a los devotos en controversia y los ha tenido durante muchos años debido a su pasado y lo que practicaba, a pesar de ser practicante de las artes esotéricas existen personas que imploran su auxilio.

La magia que es practicada por este santo es una ayuda a curanderos que buscan romper la maldición de brujas, alejar a los espíritus del infierno y es uno de los pocos santos que existen que nos ayuda en el tránsito de la muerte; nos ayuda a morir en paz sin el temor a la próxima vida.

 

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